El chocolate es un exquisito placer para nuestro paladar. La mayor parte de la gente le gusta y resulta casi imposible de creer cuando alguien nos dice que no le agrada su sabor. Hay diferentes tipos de chocolate (blanco, negro sin leche o con leche) y formas que se ha convertido en una alimento básico. Los famosos chocolateros suizos, belgas e italianos utilizan solo los mejores granos de cacao seleccionados para producir los mejores chocolates.
Ambos tienen características similares que casan muy bien. El cacao y el vino poseen aromas frutales o florales. No es un maridaje fácil, el cacao posee taninos, muy parecidos a los que están presentes en el vino. En ambos podremos apreciar características específicas de aroma y sabor que los harán compatibles o no
Para lograr un maridaje correcto se debe de considerar la intensidad del vino y del chocolate, si queremos maridar un vino muy potente con un chocolate de sabor muy suave, éste pasará desapercibido, pues el vino lo cubrirá con su potencia.

3 puntos clave que debes de considerar para lograr un maridaje perfecto

Selecciona un chocolate de calidad.
No podemos pretender acompañar una copa de vino con cualquier tipo de chocolate que consigues en las tiendas o supermercado. Este tipo de productos contienen diversos elementos que pueden opacar los sabores característicos del chocolate. Lo ideal es comprarlos de mayor calidad, en los que se resalten la calidad del cacao. Se considera de calidad cuando la composición es un 90% de componentes del cacao. Cuanto mayor es su composición en pasta de cacao y en manteca de cacao.
Es importante tomar en cuenta tres aspectos que forman parte de la composición de chocolate:
- Pasta de cacao: proporciona el sabor y aromas. Entre mayor sea la proporción de cacao, éste será más amargo, de color más oscuro y su sabor será más intenso.
- Manteca de cacao: es la parte grasa de la estructura a mayor proporción éste se percibirá más cremoso o untuoso en boca.
- Azúcar: es la que aporta el dulzor.
El vino debe de poder aguantar el peso que ofrece el chocolate
Opta por vinos que tengan una buena estructura. En este sentido, dependiendo del tipo de chocolate (blanco, con leche o puro) que hayamos escogido combinará mejor con un vino u otro. Es fundamental que el vino sea igual o un poco más dulce que el chocolate que lo acompaña, de lo contrario, lo notaremos más amargo y disminuirá su calidad.
Cátalos por separado.
Deléitate con los sabores y sus matices de cada uno.
Una vez hecho esto se aconseja tomar un pedazo de chocolate y dejarlo en la lengua hasta que se derrita y después tomar de tu copa de vino y beber. Así, los mezclaremos en la lengua sintiendo todos los sabores y descubriremos si hemos acertado con el maridaje perfecto.

Este es el momento de pasar a la máxima experiencia degustativa al combinarlos.
¿Qué esperas para disfrutar del placer y los beneficios de la combinación vino y chocolate?